En el valle del Pillco
Mayu o del Huallaga, donde habitaban en tiempos muy lejanos un grupo
étnico de hombres llamados los chupachos o chupaychos. Su clima es muy
saludable durante el año, con vientos que refrescan el
aroma de las plantas, frutales como el pacae, el chirimoyo, el guayabo y
otros que florecen en todo el año y allí donde viven Las aves y
pajarillas, el Pillco que su nombre revela del canto Pillco Pillco canta
cuando el cielo se abre como una flor con pétalos azulinos de cuyo ave
simbolizaba a los habitantes de entonces.
En sus llanuras
recorren como una serpiente un manantial verde azulino cristalino que da
el reflejo de las plantas que crecen a su alrededor dejando a su poso
tierras para el cultivo en ambas riberas. |
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Valle
que por su deleito clima había de ser habitada por extraños hombres
blancos y otras razas de color de tierras desconocidas, allí se
levantó la ciudad del León de Guanuco y más adelante por los
servicios prestados lo darían nuevos títulos nobiliarios llamándola
la muy noble y muy leal ciudad del León de Guanuco de los Caballeros,
nombre que les dieron a los conquistadores de una estirpe de hidalgos
caballeros y nobles muy fieles a la corona española que en aquellas
épocas de esta ciudad pudo haber sido una de las mejores ciudades del
nuevo mundo y que la suerte no le acompañó.
A su establecimiento los blancos peninsulares utilizaron en calidad de
mulas de cargas a los indígenas y los negros esclavos, estos últimos
habían sido capturados como animales en los alrededores de la costa del
África por mercaderes europeos, quienes los transportaba en barcos con
destino para ser vendidos como mercancía en los puertos de España para
luego rematarlos en las colonias del nuevo mundo. Los negros que se
compraban en los puertos del Callao en las barracas de Lima, se pagaba
de acuerdo a la casta y tacha del esclavo en pesos de 500. 400. 300 y
hasta de 200 pesos por cada negro y si estos se encontraban enfermos los
llevaban al veterinario para ser atendidos como si hieran animales.
Los
mercaderes que transportaban negros a la ciudad de Guanuco, eran
trasladados en carretas movidas por caballos o mulas. Otros eran
traídos a pié, pues esto eran muy duras su peregrinaje en el trayecto
por las alturas de las zonas andinas: Ticllo y Cerro de Pasco sufriendo
el inmenso frío, heladas, hambre y hasta algunos morían en la
travesía a Guanuco, sus cadáveres eran abandonados en el camino, y el
vendedor sufría una pérdida. Después de dos semanas de viaje, la
mercancía de "oro humano negro" llegaba a la ciudad de León
de Guanuco. El producto tenía que ser lavado, bañado y presentado con
una túnica blanca al día siguiente en la plaza de armas de la ciudad,
eran rematados a los encomenderos y hacendados para la faena agrícola,
para la producción de la caña de azúcar y otros para los servicios
domésticos en las casas coloniales de los patrones.
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