Fiesta
de Pascua y Danza de los Negros en la Hacienda Colonial
Al
día siguiente 25 de diciembre fiesta central de Pascua, los hacendados
hacían entrega de ropa nueva para todos sus esclavos, esta ropa se
obtenía de los obrajes de Quivilla, Puños, Baños, Llata y otros,
obrajes gracias al intercambio con el aguardiente, azúcar y otros
productos de la hacienda. A partir de ese año estas ropas se entregaban
en cada fiesta de Pascua infaltablemente. Esta vestimenta consistía
para los hombres en calzón de cordellate, capotillo del mismo, un
cotón de bayeta bordado en las solapas con hilos de colores y un
sombrero de paja que era traído del norte del país; para las mujeres
la vestimenta consistía en un faldellín cosido con cintas de resta,
dos varas de tocuyo en corte con diez hebras de pila para camisa o
justán y Un paño para la cabeza; esta vestimenta era repartida para
todos ya sean adultos o niños de acuerdo a su edad y tamaño. A los
recién nacidos se les proporcionaba "dos varas de bayeta de tocuyo
para pañales y mantillas".
Este
día central se invitó a los caporales negros ha bailar en el patio de
la hacienda, haciendo adorar a su Niño Jesús, el cual se convertiría
en su salvador por lo que a partir de ese momento le rendirían culto
con sentimiento, haciendo conocer el sufrimiento con las mudanzas del
castigo en el arco hoy en día denominado el tirabuzón. Al ver el
sentimiento de los negros por el Niño Jesús, doña Francisca toma del
brazo a su esposo y lo invita a bailar dentro de esta cofradía,
disfrutando conjuntamente con sus esclavos.
Esta
fiesta se prolongó un día más, donde se invitaron a los hacendados de
los diferentes lugares de Guanuco como:
Tomayquichua, Vichaycoto, Quicacán, Cayhuayna, Colpa Baja, Colpa Alta,
Huancachupa y demás señores de la ciudad de León de Guanuco a
presenciar el baile de la Cofradía de Negros. Los hacendados invitados,
salieron impresionados por esta danza por lo que pidieron permiso a don
Luis y doña Francisca para que esta Cofradía visite a sus respectivos
fundos con el fin de adorar a su niño.
Cuando
esta Cofradía bailó en cada una de las haciendas, sus hermanos de raza
también quedaron impresionados, imitando este ritmo negro andino,
propagándose de esta manera este baile de adoración al niño Jesús en
nuestra serranía huanuqueño.
En las demás haciendas los señores dueños, no tuvieron la misma
voluntad de don Luis y doña Francisca para participar con sus esclavos
por lo que un par de esclavos negros se tenían que vestir con ropas
viejas de sus amos para disimular o imitarles en la Fiesta de Pascua;
esta cofradía era agazajada con huarapo y aguardiente en vichis de
barro como agradecimiento por haber danzado y adorado a su niño Jesús.
Y es así que los negros visitaban las demás haciendas y fundos de
Guanuco cada ano.
Un
anciano negro llamado Jacinto decía: "De dicha devoción al niño
Jesús, nació una cofradía de negros en la dolorosa circunstancia de
esclavitud que tenían aquellos negros en la hacienda de Guanuco";
creando así un ritmo y fantasía popular de orígenes indudablemente
Afro-Andinas en nuestro departamento de Huánuco.
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